Stir up our hearts, O Lord, to prepare the ways of Thine only-begotten Son, that through His coming we may be worthy to serve Thee with purified minds. Who livest and reignest, with God the Father, in the unity of the Holy Spirit, God, world without end. Amen.
Agita nuestros corazones, oh Señor, para preparar los caminos de tu Hijo unigénito, para que a través de su venida podamos ser dignos de servirte con mentes purificadas. Quien vive y regenta con Dios el Padre, en la unidad del Espíritu Santo, Dios, mundo sin fin. Amén.
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